Mascarillas para combatir la propagación de COVID-19
Las mascarillas son un producto sanitario que, junto a
otros elementos de protección y medidas de higiene, nos permiten evitar
exponernos y proteger a nuestro entorno de la contaminación con patógenos. La
infección por COVID-19 se transmite por gotas.
Éstas son producidas por el paciente al toser, estornudar que pueden viajar
alrededor de un metro.
TIPOS Y USOS DE MASCARILLAS
Existen múltiples máscaras de protección en el mercado para
hacer frente a todo tipo de gases y partículas. Pero en el ámbito sanitario se trabaja con dos tipos fundamentales: las
mascarillas quirúrgicas o de cirujano y las mascarillas de alta eficacia. La
diferencia entre ambos productos es la filtración y la dirección del flujo de
aire.
Las mascarillas quirúrgicas son las que debemos usar todos
para evitar la propagación de la pandemia en situaciones en las que tengamos
contacto con otras personas que no estén infectadas. Las mascarillas de alto
riesgo son las indicadas para todos los que estén en contacto con personas
COVID-19 positivo.
Mascarilla quirúrgica
La mascarilla quirúrgica no filtra el aire inhalado, por tanto no nos
protege de forma efectiva. Su objetivo fundamental es evitar la
transmisión. En esta lucha todos somos responsables de proteger y frenar la
expansión del virus. Es importante usar una mascarilla quirúrgica
en las situaciones cotidianas en las que no tengamos certeza
absoluta de que estamos inmunizados contra el coronavirus.
Mascarilla de alto riesgo o alta
eficacia
Las mascarillas filtrantes se consideran EPI. Un EPI es el Equipo de Protección Individual, un dispositivo
que se lleva con el objetivo de que proteja contra riesgos que puedan amenazar
a la salud del sanitario, en este caso la exposición al coronavirus. El número
de FFP es mayor cuanto mayor sea su capacidad de filtrado, que puede ir desde
el 70 al 98%.
Las máscaras filtrantes de alta eficacia FFP (Filter FacePiece) poseen
diferentes categorías dependiendo del porcentaje de partículas que sean capaces
de retener. Así tenemos FFP1, FFP2 y FFP3. El Ministerio de Sanidad recomienda en la atención del
paciente con coronavirus una mascarilla con una eficacia de filtración mínima
equivalente a FFP2 y FFP3 en caso de que se generen aerosoles.
Los aerosoles son pequeñas partículas que viajan por el aire a
distancias mayores de un metro y pueden producirse, por ejemplo, en el ámbito
hospitalario. No obstante, este tipo de transmisión aérea tiene menor impacto
si el enfermo y el personal en contacto está protegido con las medidas
adecuadas.
¿Por qué los pacientes con COVID19 no
llevan máscara con válvula?
Si el paciente infectado usa una mascarilla FFP3 con válvula al
inhalar filtra el aire del exterior pero al exhalar expulsa el aire contaminado
con patógenos. La protección facial debe tener en el caso de los
pacientes la capacidad de retener el aire que expulsamos. Por eso, es efectiva
la mascarilla quirúrgica para estas situaciones.
¿Todos los pacientes respiratorios
deben llevar mascarilla?
Aunque la pieza debe asegurar la correcta ventilación del usuario no todos los pacientes deben usarla. Depende del tipo
de patología que exista el paciente respiratorio puede tener contraindicado el
uso de mascarilla protectora. Por eso, cualquier duda particular
debe ser resuelta siempre por un facultativo.
¿Existen otras vías de transmisión?
Además de la transmisión por gotas se
puede producir una transmisión por contacto. Ésta se produce de forma directa
cuando tenemos contacto con un paciente o indirecta cuando nos exponemos a
elementos contaminados, como objetos, alimentos u otros elementos previamente
en contacto por el microorganismo.
La tercera vía de transmisión es la aérea.
Ésta es producida por gotículas de un tamaño inferior a 5 micras, que contienen
patógenos y que pueden permanecer en el aire durante largos períodos de tiempo
y ser transmitidos a distancias mayores de un metro. En este caso, las personas
expuestas deben usar las mascarillas de alto riesgo.
No hay que olvidar que se trata de una medida de prevención y que
siempre necesitaremos seguir manteniendo una correcta higiene de manos para que
estas pautas sean eficaces. Así como no tocarse la cara, colocar los productos
sanitarios (mascarillas, guantes, batas) de la forma adecuada y realizar una
correcta desinfección y limpieza de los elementos que pudiesen estar expuestos
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