ANQUILOGLOSIA
Anquiloglosia
El frenillo sublingual es una membrana situada bajo la
lengua. Si dificulta o impide el movimiento normal de ésta, se llama frenillo
lingual corto.
Se ha descrito en un 1,7-4,8% de los recién nacidos y es
tres veces más frecuente en los niños que en las niñas.
Hay diferentes tipos de frenillo sublingual, el más
frecuente es el que llega hasta la punta de la lengua. Pero también existe el
frenillo submucoso que no se ve a simple vista pero que ancla la lengua al
suelo de la boca y hace que la lengua tenga forma de cuchara.
¿Qué consecuencias puede tener la anquiloglosia?
·
Incapacidad para conseguir o mantener un agarre
profundo al pecho: el niño se suelta frecuentemente.
·
Tomas largas y cansadas para el bebé: pide mucho
y está mucho tiempo al pecho.
·
Incapacidad para ingerir suficiente cantidad de
leche; lenta ganancia de peso.
·
A veces, mientras el niño amamanta, puede
escucharse un chasquido lingual, por la pérdida del vacío.
·
A largo plazo, la anquiloglosia puede producir
problemas con el lenguaje y la dentición, que deberán ser valoradas cuando
llegue el momento
En la madre que amamanta:
·
Pezones doloridos y grietas, que favorecen la
infección (mastitis).
·
Sensación de baja producción de leche, ya que el
niño mama mucho tiempo.
·
Hipogalactia: Cuando a pesar de mamar mucho
tiempo, el bebé no extrae bien la leche puede producirse inicialmente
ingurgitación, seguida de una pobre producción láctea.
·
Destete temprano.
¿Qué hacer en caso de anquiloglosia?
En el caso de que la anquiloglosia complique la lactancia y
no mejore modificando la postura de enganche, el tratamiento es quirúrgico. El
procedimiento se denomina frenectomía ( frenotomía, frenilectomía o frenulectomía)
y consiste en cortar el frenillo con bisturí o tijeras (cirugía convencional) o
láser. Una vez indicada, la cirugía debe efectuarse lo antes posible para
evitar más complicaciones y que el amamantamiento continúe.
¿Tiene alguna contraindicación la cirugía?
A veces el frenillo lingual tiene un efecto protector para
que la lengua no caiga hacia atrás y ocluya las vías respiratorias, como en el
caso de niños con la mandíbula muy pequeña (microretrognatia) o la lengua muy
grande (macroglosia). En estos casos, la frenulotomía no se debe realizar.
También hay que valorarla cuidadosamente si el niño tiene
poco tono muscular (hipotonía) porque también el frenillo lingual previene la
obstrucción de las vías respiratorias con la lengua.
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